Desarrollar estrategias eficientes, de apoyo y agradables para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos es la clave para aportar valor en el coaching. La mayoría de la gente realmente quiere y necesita una estrategia para hacer realidad lo que quiere conseguir/lograr/resolver/crear. Hace poco hablé con una clienta que descubrió un fallo crítico en la comunicación de su equipo. Implementaron un cambio fundamental pero olvidaron comunicarlo a los principales interesados. El cambio era bueno, pero se olvidaron de comunicárselo a la gente antes de hacerlo... ¿te suena?
Se perdió una gran oportunidad de celebrar el cambio tan positivo junto con tantas otras piezas. Entonces, ¿qué tenía que hacer? Hablamos un poco y luego nos centramos en las oportunidades que se presentaban y en la estrategia que podía poner en marcha para apoyar una iniciativa de cambio aún mayor. Cuando terminamos, no sólo se le había ocurrido una forma de resolver el problema que daría poder a su equipo, sino que también se le habían ocurrido dos estrategias clave que podrían reforzarla profundamente como líder: la colaboración y la innovación.
He aquí algunas preguntas provocadoras para ayudar a alguien a elaborar estrategias:
- ¿Cuál es la forma menos convencional de hacerlo?
- ¿Y si no tuviera presupuesto para ello?
- ¿Qué está dispuesto a hacer para conseguirlo?
- ¿Cuál es la forma más rápida?
- ¿Cuál es la forma más fácil?
- ¿Cuál sería una buena manera de llegar hasta allí?
- ¿Cuál es el enfoque más intuitivo, creativo y brillante que podrías adoptar para lograr este resultado y generar otros seis similares?
Y, he aquí algunos consejos más a la hora de ayudar a alguien a elaborar estrategias:
Con una estrategia, no siempre se trabaja directamente en el objetivo en sí, sino en mejorar o posicionar los entornos, las relaciones, los recursos, los flujos, los sistemas o incluso a uno mismo. Por tanto, las estrategias son muy diferentes de un plan. De hecho, cuando se diseña la estrategia adecuada, el plan resulta obvio. Pero sin la estrategia, el plan no es más que un conjunto de pasos de acción lineales (léase: mucho trabajo y a menudo una pérdida de tiempo). Así que, como Coach, es fundamental que ilumines el panorama general o la posibilidad, que lleves a la persona al nivel de los 50.000 pies para que pueda ver realmente lo que es posible.
Desarrollar estrategias eficaces, solidarias y agradables para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos es la clave para aportar valor. He aquí algunos elementos de las estrategias personales: Integridad reforzada, estructuras de apoyo, forma física/salud, comunidad, autodescubrimiento y he aquí algunos elementos de las Estrategias Empresariales: Tecnología mejorada, Programa piloto, Coaching, Alianzas estratégicas, Incentivos, Educación, Colaboración, Innovación, etc.
Enseñar a alguien a crear estrategias es lo último en empoderamiento. Qué emocionante es poder ayudarles a encontrar las herramientas para empoderarse, porque el 90 % del coaching tiene lugar entre el coaching y los años posteriores.