→ LA NECESIDAD. El tipo de trabajo que se realiza y la forma en que se hace ha cambiado. Hemos pasado del trabajo rutinario, repetitivo y medible al trabajo que implica pensamiento crítico, análisis y creatividad. Las viejas formas de gestionar y dirigir no son eficaces en el entorno actual. Lo que es más eficaz para este entorno es la competencia en habilidades blandas, es decir, el coaching. Los directivos, los líderes y sus equipos buscan estas habilidades.
→ UN CAMBIO EN LA CULTURA CORPORATIVA. Las empresas que antes solo ofrecían coaching a los ejecutivos de la C-suite ahora lo ofrecen a los mandos intermedios y a toda la organización.
→ RESULTADOS. Las encuestas, así como la información anecdótica, demuestran que el coaching funciona. En una encuesta mundial independiente publicada en 2016 por la ICF, el 85% de los encuestados que habían mantenido una relación de coaching afirmaron estar algo o muy satisfechos.
→ BARRERA DE ENTRADA RELATIVAMENTE BAJA. El sector no está regulado y no se exige un determinado nivel de formación o educación antes de convertirse en coach. Nota: Este es también uno de los retos a los que se enfrentan los coaches nuevos y experimentados: cómo establecer credibilidad y diferenciarse. |