Toqué el oboe durante años. Desde la escuela primaria hasta la universidad, practiqué y practiqué, me uní a la banda, al conjunto de viento, a un grupo de la iglesia e incluso formé un trío profesional con una flauta y un clarinete. Ahora se preguntarán ¿por qué abro un artículo sobre Coaching con mis habilidades musicales? Muy sencillo. Cuando buscaba un coach musical, buscaba a alguien que me entendiera -y que entendiera el oboe- y el valor distintivo del instrumento de doble caña. No alguien que tocara la batería, ni un profesor de tuba, sino un músico experto que creyera en la belleza y la alegría del oboe inusual y que se relacionara con las necesidades y los retos únicos del oboísta.
Es lo mismo con cualquier tipo de coaching, ya sea coaching de liderazgo, coaching de carrera o coaching de vida. Un cliente aporta sus perspectivas únicas -sus diferencias- a cada sesión de coaching. Por lo tanto, un coach debe ver a su cliente, escucharlo y entenderlo de verdad, respetando sus propias perspectivas y respetando el proceso de coaching. Esto es abrazar la diversidad en el coaching.
¿Por qué es importante la diversidad en el coaching? Para ser un coach eficaz y presente, debemos tratar de comprender al cliente dentro de su contexto. Un contexto que puede incluir su identidad, entorno, experiencias, valores, cultura y creencias.