Mindfullness: nos ayuda a generalizar el coaching

Cuando algunas personas oyen la palabra mindfulness, la descartan inmediatamente por considerarla una práctica esotérica de meditación oriental o un galimatías de la Nueva Era. Sin embargo, la atención plena es una habilidad importante para los entrenadores, o para cualquier otra persona.

En primer lugar, permítanme aclarar lo que entiendo por "mindfulness". Existen múltiples opiniones sobre lo que es y lo que no es mindfulness, pero en el sentido más general, podemos pensar en varios niveles de mindfulness, que van desde un nivel básico de conciencia hasta la aguda concentración mental interna de un meditador veterano o un practicante de yoga. En este caso, me refiero a una conciencia más abierta a los demás y al entorno, más que a la conciencia de los propios procesos y pensamientos internos. La atención plena interna es sin duda un gran tema, pero queda para otro día.

Ser abiertos y conscientes nos permite observar con muy poco juicio lo que ocurre a nuestro alrededor. Para la mayoría de nosotros es difícil no juzgar por completo, pero intentar ser más abiertos y conscientes nos permite ser más objetivos en lo que observamos en el entorno. La capacidad del cerebro humano para procesar información rápidamente y llegar a conclusiones sobre lo que se observa es una habilidad que ha ayudado a nuestra especie a sobrevivir, pero a veces esa capacidad nos impide ver todas las posibilidades y oportunidades que pueden existir en una situación. Por eso, cuando nos esforzamos por ser conscientes sin emitir juicios, es más probable que veamos lo que realmente está ocurriendo en lugar de lo que nuestras experiencias pasadas y nuestros prejuicios nos hacen pensar que está ocurriendo.

¿Cómo puede ayudarnos el mindfulness en la tarea de llevar el coaching a la "corriente principal"?

He aquí un par de ideas sobre cómo incorporar la atención plena a nuestra vida y nuestro trabajo.

NOTAR: En primer lugar, si queremos llevar el coaching a la "corriente principal", podemos empezar a cultivar el acto -o arte- de darse cuenta. El arte de darse cuenta consiste simplemente en prestar atención. Si prestamos atención, veremos que el coaching está presente en todas partes, tanto a pequeña como a gran escala. No se trata tanto de que la gente no utilice las habilidades de coaching en su vida diaria - lo hacen - creo que el reto es darse cuenta de cuándo lo vemos y fomentar que esas chispas se conviertan en un incendio de coaching.

ESCUCHAR: Tómate un tiempo para escuchar atentamente las conversaciones a tu alrededor. Escuche esas preguntas poderosas, escuche los puntos de vista únicos y los enfoques creativos para abordar los retos en los negocios y en la vida. Si es usted supervisor, tómese su tiempo para escuchar conversaciones informales durante el almuerzo o en la sala de descanso. ¿Cómo interactúan los empleados o las secretarias? ¿Cómo aprenden los becarios y los nuevos empleados? ¿Cómo interactúan los conserjes con el personal? ¿Quién apoya a quién? Busque pistas de coaching en los niños, los adolescentes, las personas mayores, los mecánicos, los cajeros, etc. Potencialmente, todos los días se producen muchos pequeños momentos de coaching que pasamos por alto y, si somos más conscientes, podremos darnos cuenta de todas las posibilidades de coaching que existen en nuestra pequeña parte del mundo.

Utilizar la práctica de darse cuenta de lo que los demás hacen y dicen puede ayudarnos a detectar habilidades de coaching previamente ocultas, pero también puede llevarnos a otro aspecto del uso de mindfulness al ayudarnos a crear mindfulness en los demás. Al observar y tomar conciencia de los momentos de coaching que se producen en las conversaciones a tu alrededor, puedes utilizar tu propia conciencia para señalar a los demás cómo están utilizando las habilidades de coaching de forma positiva.

Quizá no siempre puedas intervenir en las conversaciones de manera formal o aparentemente productiva, y quizá ni siquiera debas participar en la conversación. Sin embargo, incluso después del hecho, hacer saber al "coach" que viste lo que hizo, oíste lo que dijo, o simplemente te diste cuenta de cómo ayudó a esa otra persona a sentirse apoyada, a tomar una decisión difícil, a resolver un problema, o lo que sea, puede parecer una cosa tan pequeña, pero puede ayudar mucho a fomentar la conciencia de las habilidades de coaching e incluso mayores posibilidades de coaching en la población general. Un poco de atención plena puede llegar muy lejos.

Únase a nosotros

Las plazas son limitadas - ¡reserva tu plaza hoy mismo!
1 CCE por asistir